Erupción Volcán Pacaya




Violenta erupción del volcán Pacaya, que el jueves sorprendió a los guatemaltecos y afectó un área de unos 100 kilómetros de radio en la zona central del país, ha dejado al menos dos muertos, tres desaparecidos, 67 heridos y miles de damnificados, según estimaciones parciales de las autoridades.

También se reportó la muerte del profesor de un colegio, identificado como Herber Gámez, de 22 años, que murió hoy al caer de forma accidental del cuarto piso del un edificio cuando limpiaba las arenas lanzadas por el coloso.

Además, precisó que tres niños de entre 7 y 10 años continúan desaparecidos desde anoche y 67 personas han resultado con golpes y fracturas.

Conred indicó que más de 800 casas sufrieron daños, entre las cuales unas cien colapsaron, en nueve comunidades asentadas en las faldas del volcán.

Desolación

Los pobladores de las comunidades alrededor del Volcán de Pacaya amanecieron desolados este viernes por la destrucción de sus casas a causa de la erupción del coloso que lanzó piedras, arena y lava.

Sin poder contener el llanto, la gente accede a retirarse de sus hogares hacia un lugar seguro pues la arena y piedras han dejado en ruinas los techos y caminos.

A la distancia se puede escuchar que el volcán retumba y el olor a azufre es persistente en la zona, donde la niebla y llovizna también han dificultado más las tareas de rescate.

La Policía Nacional Civil (PNC) emplea los autopatrullas para movilizar a los damnificados hacia albergues en el centro de San Vicente Pacaya, el municipio donde se encuentra el volcán.

Las condiciones en las comunidades son difíciles; la arena ha cubierto los caminos que se han vuelto poco transitables, no hay agua ni energía eléctrica y por doquier se encuentran árboles quemados.

El vecino Juventino Roque González contó: "El techo de la casa se cayó y mi familia se pudo proteger en un cuarto con terraza; otros vecinos también vinieron a la casa porque las suyas habían sucumbido. Todos pedíamos a Dios que protegiera pues temíamos cuando caían piedras".

"Al principio no nos preocupamos creíamos que era actividad normal del volcán, pero después vimos que caían piedras ardientes sobre las casas y los carros. Nos alarmamos", manifestó Nicolás Tolentino.

Maria Cristina Guzman, otra damnificada, exclamó que urge que las autoridades les entreguen láminas para que puedan construir sus techos o de lo contrario perderán sus perteneencias, por la lluvia.

Los bomberos han informado que en las comunidades hay personas lesionadas y desaparecidos, pero se desconoce el número.

El balance de la jornada de ayer fue de tres fallecidos, tres desaparecidos y más de dos mil evacuados.

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